martes, 2 de septiembre de 2014

ENTRADA # 2 CINDY LORENA LOPEZ BEDOYA.

ABSTRACT
In the search for identity and havens to be converted into tangible, not intangible, they can not be more mental. Even in this century civil wars and yet we are not going to peace.

ANÁLISIS DEL CAPÍTULO 1 DEL LIBRO DE LA ERA DE LA INFORMACIÓN, RELACIONADO CON UNA NOTICIA INTERNACIONAL.

Todos somos ciudadanos del mundo.

Aún en este siglo vivimos en un tiempo de guerra en el que no encontramos un camino de identidad segura, con lo que más podríamos identificarnos sin que la globalización  nos invada sería desde nuestras raíces, desde el lugar que nacimos y vivimos nuestra infancia, sería nuestra localidad, barrio, cuidad, país y esto nos da un punto de apoyo desde la nación, el concepto de nación aún le falta mucho siglos para que pueda perderse porque aún estamos aferrados a nuestros antepasados y a lo existió más atrás de nuestras vidas.

También estamos muy proyectados hacia el futuro pero esto no puede limitarnos a nada, la globalización y la tecnología cada día avanza con más fuerza, están van de la mano la una con la otra.

NOTICIA INTERNACIONAL
Hago esta relación porque en Pakistán siempre están en una guerra constante en búsqueda de identidad o recuperando su identidad, oponiéndose en contra de sus opositores con protestas muy descomunales.

http://www.abc.es/internacional/20140902/abci-pakistan-201409012124.html

Por qué estallan ahora protestas en Pakistán?

El país tiene una convulsa historia de golpes militares y violencia política. El opositor Imran Khan quiere derrocar al primer ministro Sharif mediante la presión callejera.

Las protestas en Pakistán siguen haciendo tambalearse la precaria estabilidad política del país. Los seguidores del líder opositor Imran Khany del clérigo Tahir ul Qadrillevan ya tres semanas exigiendo con movilizaciones callejeras la convocatoria de nuevas elecciones y la renuncia del primer ministro, Nawaz Sharif, al que acusan de fraude y corrupción. Ayer mismo, los seguidores de Khan ocuparon la sede de la televisión estatal y obligaron a interrumpir su emisión durante varias horas.

Los incidentes en Pakistán se producen porque Khan y sus seguidores acusan a Sharif de corrupción y de fraude electoral y porque están convencidos de que, como demuestra la historia de Pakistán, allí es posible hacerse con el poder por la fuerza. Por eso llevan ya más de veinte días poniendo toda la carne en el asador para doblarle el pulso a Sharif.

Khan, antiguo capitán de la selección de cricket, y ahora al frente del opositor Movimiento por la Justicia, ha puesto en marcha una ofensiva que llega en torno a un año después de la victoria de Sharif en unas elecciones generalmente reconocidas como limpias para los estándares habituales en este país asiático.

Pakistán tiene una larga tradición de golpes de estado y violencia política. El Ejército ha ocupado el poder durante largos periodos y todavía se recuerda el asesinato de la emblemática Benhazir Bhutto. El propio Sharif fue derrocado en 1999 por los militares, encarcelado y después exilado.

Ahora, Khan quiere repetir el patrón y sacar por la fuerza del Gobierno a su rival. Busca aprovecharse del creciente malestar de las clases medias. La corrupción, el estancamiento económico y la indignación por los ataques de los drones estadounidenses son los activos que Khan quiere capitalizar políticamente. Pero, según algunos analistas, podría haber errado el cálculo, porque en Pakistán hay muchos motivos para el descontento, pero lo que hay también son ganas de que, de una vez por todas, impere una mínima estabilidad política. El Gobierno anterior al de Sharif fue el primero que pudo completar su mandato emanado de las urnas sin una asonada militar. Pese a que las cosas han mejorado muy poco o nada desde que Sharif accedió al cargo y siguen pendientes todos sus desafíos, el deseo de la mayoría es que la normalidad se consolide en aras de la gobernabilidad y el progreso del país.

GLOSARIO

ARAS: En honor o interés de algo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario